La Cabra montés o Capra pyrenaica
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Bovidae
Género: Capra
Especie: C.
pyrenaica
La Cabra montés (Capra pyrenaica) es una
de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica. Se trata de un bóvido de
menor tamaño que el ciervo y de complexión fuerte y robusta. El macho tiene una
cornamenta grande, sin ramificar, que se desvía ligeramente hacia atrás. En la
hembra es mas pequeña y delgada.
La cabra montés es una especie con fuerte
dimorfismo sexual, al igual que muchos otros bóvidos. Las hembras miden unos
1,20 metros de largo y otros 60 de altura en la cruz, pesando entre 30 y 45
kilos. Tienen cuernos bastante cortos y se parecen bastante a una cabra
doméstica. Los machos, en cambio, pueden llegar a los 148 centímetros de largo
y tener una altura de 77 centímetros en la cruz, alcanzando un peso máximo de
110 kilos. Es un animal fácilmente distinguible por su cornamenta; los cuernos
son gruesos, rugosos y nudosos y normalmente dirigidos hacia atrás, pudiendo
medir de 75 a 120 cm. Los cuernos en las hembras son mucho más reducidos en
tamaño, no sobrepasa los 35 cm, son menos rugosos y más delgados y débiles. Los
machos adultos tienen también una cara más alargada y la típica barba de chivo
oscura, bajo la mandíbula.
El color y longitud del pelaje varía
según las subespecies y la época del año. En verano es de color gris-rojizo,
con manchas negras visibles sobre todo en las partes anteriores de las cuatro
extremidades, el cuello y los flancos. En invierno el pelaje es más apretado y
oscuro por lo que las manchas negras no son tan potentes.
Quizá la adaptación más impresionante que
presenta la cabra montés es el diseño de sus pezuñas, con bordes elásticos y
suela áspera, antideslizante. Los bordes exteriores son muy duros, la pezuña es
dilatable y la articulación es extremadamente móvil. Todas estas
características permiten que la cabra montés pueda desplazarse por lugares
inhóspitos y paredes casi verticales con total seguridad.
Son animales esencialmente rupícolas que
se defienden bien sobretodo en media montaña (1400-2200 m) situándose durante
el verano, en las partes más altas y en los sitios más escarpados y
descendiendo un poco en invierno, aunque sin llegar a los valles donde se
desplazan con dificultad al igual que sobre la nieve.
Son animales de vida diurna que recorren
los pastizales de alta montaña buscando el sustento diario, se mueven
perfectamente por zonas muy escarpadas aunque lo hacen pausadamente, pero si
presienten peligro huyen rápidamente hacia las zonas más altas, pudiendo dar
saltos de varios metros entre rocas.
En la época de celo, a finales del otoño,
los machos van a buscar los grupos de hembras, con el fin de formar su harén
particular, y es en esta época donde las luchas de los machos son enconadas y
los combates más serios. Se yerguen sobre sus patas traseras y dejándose caer
asestan un topetazo a su oponente, esto se repite hasta que uno de los
contendientes comprende la superioridad de su antagonista y se retira.
Mientras se producen las luchas de los
machos, las hembras que están receptivas y esperan un ganador, pueden ser
montadas por machos jóvenes que aprovechan los descuidos de los contendientes,
y es que las cabras son poliandricas y pueden ser cubiertas por machos
distintos.
Los machos ganadores comienzan el cortejo
de apareamiento olfateando los genitales de las hembras y de este modo percibir
su receptividad. Para ello adoptan una postura muy peculiar, con gestos muy particulares,
lo que se conoce entre los monteros como "hacer el feo". Fruncen el
labio superior, sacan la lengua y la levantan por encima el labio, apoyan los
cuernos a la espalda y estiran mucho el cuello, a la vez que la cola está
levantada y apoyada la grupa, y emiten sonidos entrecortados y agudos que
mantienen durante un rato.
Esta especie se desenvuelve por igual de
día y de noche, aunque sus máximas horas de actividad se localizan por la
mañana y a finales de la tarde, cerca del crepúsculo. En invierno desarrollan
su actividad en las horas centrales del día, que es cuando hace más calor.
La cabra es esencialmente fitófaga, come
todo tipo de alimentos vegetales. En invierno come prácticamente de todo,
debido a la escasez de alimentos: líquenes, musgos, hierbas y cortezas, cuando
no le queda más remedio desentierra raíces. En primavera suelen elegir tallos
tiernos, y todo tipo de brotes. En esta época comen mucho, incorporando también
hongos, helechos, flores y frutas, necesitando de sal, que puede tomar, de
diversas formas, pero la más normal es, lamiendo alguna roca que contenga esta
sustancia.
Son animales sociables, pero cambian a
menudo de manada. Ésta puede estar constituida por machos adultos, hembras con
sus crías o adolescentes de ambos sexos (en este último caso, sólo durante el
verano). Los machos y las hembras adultas se reúnen en la época de celo, en los
meses de noviembre y diciembre; la gestación dura unos 5 meses, y la época de
parto es entre abril y julio. Tienen entre una y dos crías, a las que amamanta
hasta los seis meses de edad.
Sus poblaciones, en España, se
distribuyen en Sierra de Gredos (Ávila), Puertos de Tortosa-Beceite (Cataluña),
sierra madrileña y sierras del sur y este, Sierra Nevada, sierras malagueñas
(Torcal de Antequera), Cazorla, Segura, etc.
Entre los enemigos destacan los perros
asilvestrados y los lobos, aunque éstos últimos actualmente ocupan áreas
bastante alejadas de los territorios de las cabras montesas.
magnifica serie compañero unas fotos preciosas un saludo
ResponderEliminarPiękna seria zdjęć. Szczególnie podoba mi się drugie od dołu. Pozdrawiam.
ResponderEliminarHermosa serie de fotos. Me gusta especialmente el segundo de la parte inferior. Yours.
Não sabia essa dos machos formarem o seu harém... o reino animal sempre surpreendendo...
ResponderEliminarLindas imagens, José Manoel.
Beijos.
Bonitas fotos.Saludos
ResponderEliminarBua, con las ganas que les tengo yo a estos. Una serie de lujo amigo mio. Saludos desde mi Terruño.
ResponderEliminarPrecioso reportaje el que le has hecho a la cabra hispánica.No comprendo como puede haber gente que sean capaces de matar a sangre fría, parapetados detrás de alguna roca, por pura diversión, un animal tan bello.
ResponderEliminarSaludos
Que buenas señor don Jose,son magnificas,nos vemos.Un abrazo amigo
ResponderEliminarUn reportaje de lujo, José Manuel.
ResponderEliminarUna tomas preciosísimas de esas cabras montesas con ese fantástico escenario de esculturas naturales del Torcal de Antequera.
Siempre es un placer contemplar las hermosas imágenes de tu blog.
Un saludo con alegría desde otro rincón de Andalucía.
Preciosas las cabras montesas...
ResponderEliminarInteresantisima la entrada y a tener muy encuenta por algien del norte....
Un animal admirable, como tus fotos. Saludos
ResponderEliminaruauuuu.... JOSE MANUEL, preciosidad de tomas de la cabra montesa,en todo su entorno natural, calite en todassss, un abrassss.
ResponderEliminarBuen reportaje, todas las fotos son buenas pero las cuatro primeras y penúltima son espectaculares. Saludos
ResponderEliminarBuenas Jose manuel, Buenas fotos y buenos machoss!!
ResponderEliminarSaludos.
Preciosas Fotos Jose manuel, me alegro de leerte de nuevo, he estado un tiempo desconectado del blog.. espero que te encuentres bien , y que pases unas felices fiestas ..
ResponderEliminarImpresionante la serie de fotos que has hecho..
saludos
Son buenísimas. la primera la que mas me gusta.
ResponderEliminarsaludos
Fantástica serie.. Menudos fotones te has marcado.. Algunas están de libro.. Felicidades..
ResponderEliminarMe ha encantado tu blog, amigo, tienes fotos de muchísima calidad, son impresionantes :D Algun día aspiraré yo a esto jejeje , salu2 ;)!
ResponderEliminarMagnifico salto el de la montes, bien captado. Me gustan mucho tus fotos. Un saludo.
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